RÚA REAL
En los documentos medievales se citaba el Camino
Real o Calle Real que, desde la Puerta Nueva conducía a diversas partes de
la población.
En el siglo XIX se conocía como Calle DEL
CASTILLO.
Hoy es la mejor “apuesta” para acceder con coche
a S. Vicente, al Parador Nacional de Turismo, Torre del Homenaje e iglesia
parroquial de S. Vicente del Pino.
Se urbanizó bastante y la presencia de nuevos
edificios y de algunos negocios en la parte más próxima a la Calle de los
Lagares y Roberto Baamonde, la convierten en una vía interesante.
Por ella llegamos al CAMPO DA VIRXEN.
Este es un lugar hermoso de nuestra ciudad desde
donde tentemos una imagen espectacular de la ciudad y el valle. En el siglo
XVI se levantó en ese lugar la ermita de Nuestra Señora del Campo, del que
existe un “proceso eclesiástico” sobre la fundación de la misma del año
1579.
En 1672, se llevaron a cabo obras de mejoras en
la ermita que la convirtieron en mucho más acogedora. En la foto que
consiguió el Sr. Montero y que es la única sobre este edificio, hasta la
fecha, refleja en su fachada la TAU del escudo local y este año. Fueron los
Condes de Lemos quienes sufragaron, junto a los Condes de Lemos, estas
mejoras
Desde el siglo XVI los representantes de la
población encabezados por el Alcalde suben al monasterio, ahora a la iglesia
parroquial de S. Vicente del Pino, para luego bajar en procesión junto al
abad, ahora párroco de S. Vicente del Pino y renovar el voto de bendición de
los campos, el Martes de Pascua, festividad local.
Nos comentan los octogenarios y nonagenarios de
Monforte sobre la tradición de subir en septiembre durante la festividad de
Sta. Eufemia y celebrar la romería, en la que lo típico era degustar las
empanadas de “papuxas” o pájaras, de pulpo y carne, bebiendo buen vino de la
zona. La mayoría llevaba la comida y bebida desde el llano, subiendo en
burros y carros, pero, muchos se acercaban a las bodegas inmediatas,
labradas en la roca del monte, para comprar el vino. Todavía queda una de
esas bodegas.
A finales del siglo XIX, la ermita estaba
abandonada y arruinada, incluso lo hemos visto en una fotografía conseguida
por el Sr. Montero.
La romería sólo se conserva en la memoria de los
más ancianos de la población, pero sí se mantiene el voto de bendición de
los Campos.
Hace unos años se llevaron a cabo una serie de
obras para situar allí un santuario en honor de la Virgen de Monserrat,
patrona de la Ciudad.
Los cofrades de S. Roque, en siglos pasados, una
de las cofradías más importantes de la villa, tenían jubileo en la ermita,
tal como nos indica un documento del año 1606 perteneciente al monasterio de
.S Vicente del Pino.
En un documento que hemos leído del año 1628, se
cita a una Isabel de Casanova, que era la cuidadora de la ermita y la
llamaban la “ermitaña”.
Como decimos, abandonada, entre otras, por los
pleitos entre los monjes benitos y el Obispado de Lugo, aceleró su total
ruina la caída de un enorme árbol en el año 1883 sobre su tejado, sin que
fuese reparado, tal como queda reflejado en un artículo de la publicación
“El Cabe” de Monforte de fecha 25 de marzo de ese año.
. |