UNA PRAZA O RÚA EN MONFORTE DE LEMOS PARA CELESTINO TORRES

 

Archivo Histórico Parroquial de Santa María de A Régoa:

 Los datos sobre la desaparecida capilla o ermita de Os Chaos, se encuentran en diversas ocasiones, por ejemplo, en el libro II de Fábrica, Folio 114 Vto, de fecha 5 de Diciembre de 1727:

                                      "En 6 de Diciembre de 1727, se murió la mujer de Andrés Rodríguez (Mojeno), vecino de la ERMITA DE LOS CHAOS..".

                               En legajo sin numerar, año 1713, mismo archivo:

                                “(...) vezino del barrio de la HERMITA DE LOS CHAOS(...)”

                                                        En el mismo legajo:

                                “(...) en la villa de Monforte de Lemos a veinte y seis de febrero del año mi setezientos y cincuenta y nueve (...) la su casa de morada (...) sita en el barrio de los Chaos, que demarca por la delantera con la calle pública que va desde la calle de la Regoa para la LAGUNA DE LOS CHAOS(...)”     

 

La U.G.T. Comarcal y en su nombre, Mario Docasar, pedirá al Excmo Concello de Monforte de Lemos que la actua Praza Do Piñeiro, también conocida como Praza Dos Chaos, lleve el nombre de Praza de D.Celestino Torres Rodríguez.

No es la primera vez que solicitan una praza o rúa para el que fue Alcalde de Monforte durante muchos años. El bien recordado y querido D.Celestino, fallecido en fechas todavía recientes, había sido objeto por parte de algunos de sus compañeros de partido y en la Corporación, para que llevase el nombre de una praza o rúa en Monforte. En ese momento, la solicitud que venía respaldada por un nutrido grupo de monfortinos no prosperó porque el propio Sr. Torres, consiguió convencer a sus compañeros y demás peticionarios para que desistieran de ello. Toda una prueba de humildad, una más de las que realizó a lo largo de su larga actividad política y personal. Su calidad humana era extraordinaria.

Como curiosidad, decir que esa misma Praza Do Piñeiro o Dos Chaos, fue solicitada, asimismo, para otro de los Alcaldes que mayor tiempo estuvo al frente de la Alcaldía. Nos referimos a D. Guillermo Fernández Otero.

Se dice en documento perteneciente a Sesión plenaria celebrada en  fecha 13 de agosto de 1960: “Se dio cuenta de instancia presentada por la totalidad de los vecinos del Barrio de los Chaos-Plaza del Piñeiro exponiendo que es de todos sabido el constante desvelo, preocupación e interés que el Sr. Alcalde-Presidente demuestra en su gestión por los problemas que afectan a esta Ciudad. No queremos enumerarlos pero entre los de mayor importancia están la urbanización de diferentes calles y plazas que hasta hace poco estaban intransitables por cuyo motivo es justo que los gobernadores correspondan con algo que perpetué su paso por la Alcaldía sea acordado que la Plaza del Piñeiro reciba la denominación de Plaza de D. Guillermo Fernández Otero.

Agradece el Sr. Alcalde D. Guillermo Fernández Otero tan alta distinción lamentando no poder aceptarla por no permitírselo su modo de pensar en cuanto a distinciones honoríficas a personas que ostentan cargos públicos y de un modo especial en este caso por lo que implica una auto determinación y como consecuencia la adopción del acuerdo por la Corporación que el mismo Preside. No obstante es su deseo  expreso el mayor agradecimiento a todos los vecinos del Barrio de los Chaos.”

Otro acto de humildad.

El nombre de Praza Do Piñeiro o Dos Chaos, son, en ambos casos, antiquísimos en la nomenclatura local, tal y como se puede comprobar en documentos que se remontan a siglos atrás. Una de las versiones que hemos oído en muchas ocasiones de los más ancianos del lugar es que en  el pasado existían unos hermosos y bellos árboles que daban piñas, y de ahí la denominación. Es la tradición popular, que pasa de generación en generación hasta llegar a nosotros, y que continuará. Inmediata a la Praza Do Piñeiro o Dos Chaos, todavía se pueda ver una pequeña casa abandonada, en la que vivió la conocida Filomena Arias, popularmente “a meiga de Torbeo”. Durante la II República tuvo su sede en esta zona la C.N.T., que fue clausurada en varias ocasiones, por ser acusados algunos de sus miembros de sabotajes, etc.

 Asimismo, tenemos numerosas referencias en documentos antiguos nombrando la “Hermita dos Chaos” o “Ermita dos Chaos”. En los siglos XVI y XVII ya se tienen referencias a ella. Por poner un ejemplo y, para no extendernos en demasía en este artículo, citamos el caso  de un foro del año 1613,  con motivo de un foro en el que intervienen Victorio Gómez y Domingo Vázquez, por una casa  “(…)junto a la hermita de los chaos”. El foro que fue del  ex monasterio de S. Vicente del Pino de Monforte de Lemos, es citado por fray Mancio de la Torre en su importantísima obra “Registro de Escrituras de S. Vicente del Pino”, que elaboró en el siglo XVII. Otras noticias de siglos posteriores, y que citamos, son: (…)la viña llamada de junto a la hermita de los Chaos, zerrada(…) que demarca por arriba con Camino Real queba para la Verca y lugar de Malvaron y con camino real queba para las Nocedas(…)”.  La escritura anterior es del año 1775 y se conserva en el Archivo Histórico Municipal de Monforte de Lemos.

Otra en la que podemos leer: (…) una casa terrera con patio a la trasera sita donde llaman la ermita de los Chaos de esta villa confinando por la delantera con el camino que ba destavilla para las Nocedas(…)”. Esta escritura se remonta al año 1777 e, igualmente, se conserva en el Archivo Histórico Municipal de Monforte de Lemos.

La ermita estaba bajo la advocación de S. Juan. De hecho, aunque la ermita desapareció físicamente, desde hacía siglos, entre los monfortinos, al realizar, redactar escrituras, foros, etc., seguían teniéndola en cuanta y la citaban. El origen de las fiestas del S. Juan en el populoso barrio de Os Chaos tienen origen en la antigua ermita, otra consecuencia positiva de la existencia desde hace muchos siglos de esta ermita. Antaño, las fiestas en honor a S. Juan tuvieron una especial relevancia y eran celebradas con gran brillantez y aceptación popular. Hoy, un grupo de personas con un extraordinario esfuerzo, entusiasmo, trabajo voluntario y desinteresado, mantienen la celebración de las mismas. Aunque no tengan la repercusión de antaño, este grupo de personas, junto a los participantes de las celebraciones que se realizan cada año, lo siguen haciendo con la misma ilusión, alegría y devoción que lo realizaban los monfortinos en tiempos pasados. Esa mágica noche de S. Juan con las hogueras, la misa, etc., siguen vivas en los corazones y sentimientos, no solamente de los vecinos del barrio de Os Chaos, sino también de un gran número de monfortinos. 

En la Praza Do Piñeiro o Dos Chaos existía, desde hacía mucho tiempo, un pozo de agua para servicio público. Era esencial y muy útil para los vecinos del barrio, aunque también algunas personas que no pertenecían al mismo, en ocasiones, lo utilizaban.
Los vecinos iban por el agua para las tareas domésticas, para su higiene personal, para lavar la ropa, incluso para llevar el agua a los animales.
En la década de los años 60 del siglo XX, con motivo de unas obras de urbanización y modernización de la zona, amén del hecho de que muchas familias ya disponían de agua en su propio hogar, conllevó que el Concello tomara la decisión de hacerlo desaparecer. Una desafortunada decisión. Se podía acondicionar el referido pozo, y formar todavía hoy parte de la Plaza. Tengamos en cuenta que era un elemento histórico ya que, durante largo tiempo, se sirvieron las familias del lugar para muchas necesidades del día a día, y por ello formaba parte de la personalidad y la historia del barrio.
Si se conservara, además de enriquecer la susodicha historia de este bello paraje monfortino, le imprimiría un toque especial y ayudaría a mantener viva su memoria y la gran función y servicio que dio a los ancestros vecinos de Os Chaos, además de esa melancolía que nos produciría el verlo, recordándonos nuestro pasado y como va evolucionando todo.

En esta zona también se llegaron a ubicar las cocheras de los coches correo.

 En otras ocasiones, las peticiones las realizaban las personas que querían que llevase su propio nombre una rúa o praza local. Uno de los más llamativos y con bastante historia es el del Capitán  Manuel Álvarez Sarandés. Muy conocido en su momento, todavía monfortinos, octogenarios y nonagenarios lo recuerdan con diferentes opiniones. Eso sí, todos son unánimes al decir que imponía respeto al verlo.

Se hizo famoso por el descubrimiento e incautación en fecha 25 de septiembre de 1934, de un arsenal de armas, explosivos y propaganda en una casa-bodega propiedad del dirigente socialista y concejal monfortino D. Ramón Somoza, sita en el lugar de Mourelos , inmediata a As Fontes  de O Salvador de Reigada. Nueve detenidos, entre ellos, el que fuera primer Alcalde-Presidente en la primera Gestora Republicana, en 1931, el conocido Sr. Tizón Herreros, así como otros conocidos socialistas y/o concejales como Sr. Miguel Chapel Salgueiro, José Couto Sáez,  Joaquín Díaz Varela, Domingo Díez Ramos, Constantino Gómez Eiras y Claudio Rodríguez Rodríguez .

Este miembro, de la Benemérito fue objeto de diversos homenajes, incluso nombrado Hijo Adoptivo de la Ciudad –acuerdo de fecha 27 de noviembre de 1934-. Se pidió al Excmo Sr. Ministro de la Gobernación para que se le concediera una recompensa  a él y a los miembros que a su mando había efectuado el descubrimiento e incautación, etc.

Fue nombrado en noviembre de 1934, Delegado Militar en todo el Distrito de Monforte –Policía, Guardia Urbana, de Asalto y Guardia Civil-. Ya era Jefe de Línea de la Guardia Civil de la localidad.

En pleno celebrado en fecha 20 de enero de 1935, se informa de que se le preparaban un homenaje y, enterado,  remite carta al Concello afirmando que lo recaudado lo destinaran al Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil. Noble acto.

Todo cambia cuando vuelve a la Alcaldía el Sr. Tizón. El 18 de marzo de 1936 se celebra Sesión Extraordinaria con la presencia del Presidente interino Víctor Martínez Rodríguez, que la había aceptado tres días antes, cuando, bajo la Presidencia de D. Celestino Noya Rodríguez, Delegado del Excmo Gobernador de Lugo, procediera a la suspensión de la Corporación que venía funcionando, nombrando nuevos gestores.

En la de fecha18 de marzo, tomaron posesión, además del Sr. Tizón, otro conocido político de la época, el Sr. Isidro Ferreira Meira, además de algún miembro más que no pudiera hacerlo el día 15 de ese mismo mes. El 21 de marzo, ya como Alcalde el Sr. Tizón, entre otros acuerdos, deciden quedase sin efecto varios acuerdos anteriores, entre ellos, los dedicados al Sr. Sarandés.

Cuando los Nacionales vuelven al poder en Monforte, el Sr. Sarandés, solicita sean repuestos dichos acuerdos.

Es más en fecha 22 de mayo de 1942, dirige carta al Concello:

”Solicitud de D. Manuel Álvarez Zarandees.

Se enteró la corporación de la presentada por D. Manuel Álvarez Sarandés, manifestando que es hijo adoptivo de esta ciudad y que al objeto de que sus hijos puedan recordar la memoria de su padre en el lugar donde nacieron, si se le considera merecedor de tal distinción, se le de el nombre de una calle o plaza de “Capitán Sarandés”, acordándose que teniendo en cuenta los bien servicios prestados por el referido Señor, en la nueva estructuración de las calles dentro del plano de urbanización, o una de las nuevas que se obra, se nombre de “Capitán Zarandees”.

Decir que uno de los miembros de la Benemérita que había participado en el descubrimiento e incautación referido, el entonces suboficial Manuel Castro Lebón, fallecía en acto de servicio el 11 de mayo de 1939, cuando ya había ascendido a Teniente, en el Municipio de O Incio, según se afirma en el escrito, persiguiendo “(…)los últimos restos de las hordas marxistas.”

Finalmente, diremos que nunca tuvo una rúa o praza el Sr. Sarandés en Monforte.

Existen casos que sí, deberían tener una rúa o praza con su nombre. Dos destacados son los de D. Rosendo Vila Fernández, que fue Alcalde de Monforte en el año 1935, perteneciente al Partido Republicano Radical. Hombre afable, moderado, culto y activo.

Fue asesinado vilmente por unos falangistas en su casa monfortina de la rúa Vilanova en el año 1936, delante de su propia esposa y de su única hija.

Asimismo, el Sr. Francisco Javier Elola Díaz-Varela, nacido en Monforte en fecha 22 de septiembre de 1877. Tras estudiaren Santiago y alcanzar el título de Abogado, se traslada a Madrid donde trabaja al servicio de Pi y Margall. Su destino siguiente  fue el diario “El País”. Militante republicano, ingresa en 1905 en la judicatura, dejando, momentáneamente, la actividad política. Desarrolla la labor de Juez en diversos puntos de Galicia y Asturias, en Gerona como Teniente Fiscal y, más tarde es nombrado Magistrado con destino en León. Representó a España en Congresos Penales Internacionales en París, Bruselas, Bucarest, etc. Diputado por Monforte en las constitucionales de 1931. Es nombrado Magistrado del Tribunal Supremo y Fiscal General de la República, y durante el período 1936-1939, trabaja activamente en la Administración  de Justicia de su Gobierno. En 1939, residía en Barcelona y con la ocupación de las fuerzas nacionales es hecho prisionero, juzgado, condenado y ejecutado.

 Otros casos que resultan extraños que no se materializaran en su momento, y por citar solamente uno de ellos, es el de D. Manuel Becerra Fernández. Su nombre rotula rúas de ciudades y poblaciones gallegas. También en el resto de España. En Madrid en uno de los enclaves de mayor bullicio y movimiento.

Ingeniero de profesión, formó parte de varios Gobierno republicanos. Ministro de Instrucción Pública, de Trabajo Sindical y Justicia, miembro del Partido Radical Independiente. El Centro Republicano Radical de Monforte de Lemos,  en fecha 26 de junio de 1935, solicita que una calle de Monforte se rotule con el nombre de D.Manuel Becerra.

Entre las gestiones que realizó para la población: En 12 de mayo de 1935 consigue  dinero para las obras preliminares de la traída de agua a la Ciudad. Consigue del Ministerio de Industria y Comercio una subvención de 32.500 ptas., -abril de 1934-,  para el Concello,  etc.

La solicitud quedó sobre la mesa para su resolución, pero hasta la fecha no hemos visto que en algún momento alguna rúa o praza de la Ciudad llegase a rotularse con su nombre.

 Hasta aquí este pequeño artículo. En uno próximo, hablaremos sobre otras solicitudes y de que manera se rechazaron, para rotular rúas y prazas de personas que, en su momento no eran afines al que mandaba y por ello, solamente por ello, no se aceptaban. Por desgracia, no se fijaban o si lo hacían, luego no lo querían reconocer, que por sus méritos, sí deberían haber formado parte de nuestro callejero monfortino.

Felipe Aira Pardo

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