Un año más, un grupo de vecinos realiza
un importante esfuerzo para celebrar las fiestas del popular
barrio de S. Antonio.
Las tradicionales fiestas para
conmemorar a
S. Antonio de Padua se celebran regularmente, desde,
por lo menos, comienzos del siglo XIX.
El origen de las fiestas populares según
algunas fuentes, tiene como móvil un “milagro” que obró S. Antonio
en el monasterio de MM. Clarisas de Monforte de Lemos. Así,
siguiendo a una de estas fuentes, por ejemplo, al ilustre monfortino
D. Ricardo Rodríguez Vilariño de Barbeito, que escribe y,
posteriormente, publica en el año 1896, su libro: “Monforte, sus
monumentos, leyendas y tradiciones” , en las pags. 104 y 105 del
mencionado libro se puede leer:
“”(…)
Más adelante nos encontramos con el Convento de Monjas de
Santa Clara (2),
que antes se llamaba de “Grandes señoras”(…)”
(2) Se dice y se tiene por cierto,
que á una de las Abadesas del Convento se le cayeron en el pozo de
la huerta, unas gafas y un llavero; varios días estuvieron
trabajando para conseguir recuperar el objeto perdido, pero todos
los intentos , resultaron estériles.
Ocurriósele a una de las monjas atar
un pequeño San Antonio al extremo de una cuerda; practicada esta
previa operación sumergiósele en el agua hasta llegar al fondo.
Pasado un pequeño espacio de tiempo elevaron al santo que traía
pendiente de una de las manos el objeto perdido.
Desde entonces le tienen especial
veneración y celebración en su obsequio solemne fiesta en su
día.(…)”
A partir de ese hecho, el 13 de junio
fue especial en el convento y, asimismo, conocedores los vecinos de
este “milagro”, dicha festividad traspasó los muros del monasterio y
se extendió al barrio que, desde aquel momento y, de manera
continuada, celebran las grandes fiestas en honor al Santo.
Durante la Edad Media, el actual barrio
de S. Antonio, -aunque es mejor referirse a “todo el Monforte” que
está a esta parte del río, pues, las fiestas, la celebran como
propias, todas las vías que están de esta parte del río-
prácticamente, estaba despoblado. Solamente zonas como
Abeledos,
Casar, Fabeiro, Cobas o Remuerde, se citan en documentos antiguos,
siendo sus moradores, en su inmensa mayoría, agricultores,
labradores, con rebaños de ovejas o vacas, existiendo las cortiñas,
etc.
En 1503 se produce un hecho
trascendental. Nos referimos al comienzo de la construcción del
edificio de S. Antonio de Padua, perteneciente a la Orden
franciscana, por iniciativa del II Conde de Lemos, don Rodrigo
Enríquez de Castro.
El convento se mantuvo con vida hasta el
siglo XIX, alcanzando gran prosperidad y poderío. Allí se
encontraba el primer panteón de la familia condal de Lemos. Fue de
los edificios más bellos de Galicia, de entre los existentes de la
Orden franciscana.
El amor a S. Antonio y la devoción al
Santo, una vez que el convento fue abandonado forzosamente,
arruinado y demolido, no se perdió en la zona.
Primero, el hecho de que, vecino a él se
encontraba y se encuentra el
Monasterio de MM. Clarisas de Monforte, de la Orden
Franciscana y, después, la propia devoción de los moradores de uno
de los barrios más emblemático de nuestra ciudad. Un barrio con
raíces muy profundas, con tradiciones, fiestas y personalidad propia
que se ha ido transmitiendo de generación en generación, de padres a
hijos, durante siglos, hasta la actualidad.
Un dato que pasa, en bastantes
ocasiones, desapercibido, es que la Parroquia de S. Antonio fue
creada en el año 1987, disgregándose de la
Parroquia de Santa María
de A Régoa.
En el año 2000 la parroquia de Santo
Antonio inauguraba su nuevo complejo parroquial formado por la
iglesia, una capilla del Santísimo para misa diaria, sacristía y
sala penitencial, además de salón de actos, sala de reuniones, etc.
También un edificio con pisos para residencia de los sacerdotes que
así lo deseen.
La nueva iglesia se encuentra en la
rúa
Poeta Manuel María, conocida con anterioridad, como rúa do Mercado,
según parece, y nos explica el párroco D. Manuel Vázquez Gil, por
servir en el pasado a los vecinos del barrio de O Casar, y
parroquianos de A Vide, Moreda y demás lugares, de acceso al Campo
de San Antonio, donde se celebraba importante mercado.
A esta vía también se la conoció, de
manera oficial, aunque por poco tiempo, como Grabador Castro Gil.
Desde 1987 a 2000 la iglesia monasterial
de Sta. Clara, funcionó como parroquial de S. Antonio.
La fachada de la iglesia y del
monasterio se encuentra frente a la conocida, popularmente, como
praza das Monxas, que es, en realidad,
Rúa Santa Clara y parte de la
rúa Antonio Méndez Casal. Ya comentamos en otro artículo de esta
sección, que la llamada
praza del Carbón se ubicaba en la actual praza das Monxas.
Cuando realizamos nuestro trabajo sobre
las calles de Monforte de Lemos y la historia de sus nombres, desde
el siglo XIII al XXI, ya comentamos un dato que nos llamó la
atención. El término CARUDE no era singular del barrio conocido,
actualmente, como CARUDE, sino que se aplicaba, según los documentos
medievales y más recientes, a CARUDE DE S. ANTONIO, CARUDE DE COBAS,
etc., así como a
CARUDE DE S. LÁZARO.
El Carude de S. Antonio era la actual
vía denominada rúa de Ourense, llegando a la rúa de Cobas. Se la
conoció también como calle de la Democracia, comenzando en la rúa
Crucero de S. Antonio – hoy, rúa Antonio Méndez Casal- y rematando,
aproximadamente en la Cantarilla de Cobas.
La bajada al río Cabe a la altura del
bar “O Cruceiro”, es citada en documentos medievales como el
Callejón del Tinter.
La rúa Teceláns es una de las pocas que
conserva su nombre original. En el siglo XVI - XVII se cita como
tal, naciendo al amparo del convento de S. Antonio. El barrio de
Remuerde, con sus vías, rúa Santa Clara, rúa Corredoira, etc., tiene
dos fiestas: S. Antonio, y Sta Lucía. En décadas pasadas, la fiesta
en honor a Santa Lucía era seguida por muchos vecinos y monfortinos,
a pesar de celebrarse en fechas tan invernales. Poco a poco, fue
disminuyendo su arraigo y, solamente, el actual esfuerzo de unos
cuantos vecinos, consigue que se celebre, aunque no de manera
regular.
La zona siempre se caracterizó por su
carácter agrario. De hecho, durante más de una década de la segunda
parte del siglo XIX, se le conoció, de manera oficial, como rúa de
S. Isidro, patrón de los labradores, a la parte más alta de la
actual rúa Sta. Clara, a partir del cruce con la rúa Corredoira.
Destacar que hace unos años y, en
repetidas ocasiones, los vecinos de la rúa O Saviñao, recuperaron la
festividad de S. Isidro, perdida en el barrio de Remuerde, aunque no
lo hicieron por este motivo. Según nos comentaron, en la calle viven
varias familias oriundas del Concello de O Saviñao, y todos sabemos
la simpatía que sienten por esas bellas tierras, hacia S. Isidro.
Por último, para terminar, voy a
escribirles unos versos que D. José Ibáñez Fernández, Hijo
Predilecto de Monforte de Lemos, dedicó en el año 1948, a las
fiestas de S. Antonio:
“Fun por dar unha vota/
e darlle ao espíritu solta/
a Monforte de Lugo/
meu gran povo barudo.
Nos cafés e balados/
con bitafes pintados/
a xente festejaba ó santiño de
Padua.
Grandes foguetes, folión/
omillor de esta rexión/
Unha banda militar/
que a diana ha de tocar,/
e gaiteiros do país/
de fama e de raíz/
os enxebres gaiteiros/
premiados con loureiros./
Con aplausos e fama/
o millor desta gama.
Unha cousa me alarmou/
que abraiado me deixou:/
ás festas veñen hoxe gaiteiros de
moi lonxe./
Son gaiteiros galegos/
pero como tal negoos, chámansen moi
ufanos/
“Os Americanos”./
E quedeime de neve,/
que o demo me leve./
Sendo a gaita galega d la se
arrenega.
Gaiteiro americano/
de Cuenca ou sevillano/
pro o que a toca é de Toiriz/
de Gullade ou de
Distriz.
Ouh santo, meu santiño,/
o dePadua Antoniño/
non oubirás muñeiras/
Que queiras ou non
queiras.
Hanche de tanxer tangos,/
corridos e huapangos,/
sons de xaliscadas/
e outras batoalladas.
Cantas dúbidas teño/
sempre que ao povo veño/
Xanon sei si é o meu povo,/
porque xa todo é novo.
O santo i-o gaiteiro,/
a festa, o chan, o leiro
/mozas por diante e por tras/
vestidas de plexiglás.
E as pernas torneadas/
con cristales tapadas/
polo denguen cambeado/
e o pano corado./
Ay miña terra meiga/
ay meu val, miña veiga/
Quen te viu e quen te ve /
quen de ti perdeu a fe.
Cando vexo Galicia/
perdo sempre a Leticia/
Matouna o modernismo/
matouna o estraperlismo.”
José Ibáñez Fernández, nació en la
actual rúa Doutor Casares, en el año 1900.
En 1924 se casa con Carmen Rodríguez de
las Heras, vecina del Campo de S. Antonio. Su mujer tenía una
importante formación musical, que había adquirido, en buena medida,
en el monasterio de las MM. Clarisas, tal y como nos afirma la
familia. Su “profesora” fue Sor Natividad del Niño Jesús, organista
del monasterio y hermana del prestigioso lugués Juan Montes Capón.
José Ibáñez ingresa en la Compañía del
Norte, donde desarrolló en el Cuerpo Administrativo una intensa
labor que le llevó a desempeñar el cargo de Jefe de Sección
Comercial de RENFE. Debido a su trabajo, tuvo que vivir en Madrid.
Destacado folklorista, musicólogo,
escritor. Las diferentes obras que realizó, en los diferentes campos
que dominaba, no vamos a relacionarlas en este artículo.
Ya las publicamos en el programa de las
Fiestas Patronales del año 2000, con una foto de D. José Ibáñez.
En un futuro artículo, que incluiremos
en esta sección, haremos mención a ellas.
En el año 1940 una Comisión pro-homenaje
a José Ibáñez formada por D. Emilio Fábregas, en representación del
“Centro Gallego”, D. Manuel Castro Gil (llevó el nombre de la actual
rúa Manuel María), en representación de la “Colonia Gallega” y D.
Salvador Álvaro García, en representación de la Agrupación “Rosalía
de Castro” se dirigió al Concello de Monforte, para señalar diversas
cuestiones. (Ver artículo Programa de Fiestas. Año 2000).
El Sr. Ibáñez fallece en el año 1966, en
su casa madrileña de la calle Jardines.
En el año 1987, un Acuerdo Plenario le
declara Hijo Predilecto de Monforte de Lemos.
En el año 2000, coincidiendo con el
Centenario de su nacimiento, el Concello de Monforte de Lemos,
decidió que el Conservatorio Municipal de Música, llevara el nombre
de “Mestre Xosé Ibáñez Fernández”.
felipe aira pardo- jose ramon
casanova
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