Conocida en el pasado con el nombre de Carretera del Asilo Viejo.

En su origen, las Hermanitas de los Ancianos de Desamparados se ubicaron en las dependencias del actual Parador Nacional de Turismo, es decir, del ex convento de S. Vicente del Pino que, debido a a Desamortización se encontraba vacío desde el año 1821. Se harían cargo, además de la atención a los ancianos, de administrar el hospital municipal.

 

En sesión plenaria celebrada en fecha 14 de julio de 1887, se dice:

 

“(...) y por último y a propuesta del Sr. Pérez Feijoo se acordó nombrar a una comisión compuesta por los Sres Hermida, Saco y Pérez Feijoo, para que en unión de los que componen la Permanente de Beneficencia estudien y propongan a la Corporación la forma y medios de instalar en el convento de S. Vicente del Pino las HERMANITAS DE LOS POBRES con el cargo de asistir y cuidar a los enfermos del Hospital Municipal.”

 

En fecha 25 de julio de 1887, por acuerdo plenario, se decide que se instalen en el referido lugar. Votaron diez concejales a favor y dos en contra. Se le imponen una serie de condiciones y el local lo tendrían cedido indefinidamente, menos los bajos que ocupa en aquel momento la Beneficencia Local. El capellán lo nombrarían juntamente, el Obispo de Lugo y el Concello, así como el medico y cirujano. El Ayuntamiento, igualmente, tenía la dirección e inspección del centro hospitalario y de cuidado de ancianos.

 

En fecha 18 de mayo de 1890 el Ayuntamiento decide que se le facilite a las religiosas la habitación de la planta baja, donde, según afirmaban viviera fray Leandro de Prado. También, la habitación que hay debajo del aljibe, que era bodega y despensa, estando en aquel momento, desocupadas. La Beneficencia particular establecida en los bajos del edificio fuera instaurada con dineros de D. Andrés Andrade.

 

En sesión ordinaria de fecha 5 de junio de 1914, se trata sobre la cantidad de dinero que el Ayuntamiento facilitará para ayudas del nuevo edificio de las Hermanitas. Por cierto, se produce discusión entre los concejales, ya que, algunos afirman que no debía de darse nada, pues, se contribuía a que se fuesen del edificio de S. Vicente del Pino, lo que podía acelerar la ruina del mismo, al quedar vacío. Añaden otros que, una vez desalojado, podía el Ayuntamiento subir sus dependencias para él y arrendar el edificio de la calle Comercio donde estaban las dependencias municipales. Esta última idea era una auténtica locura, pues, téngase en cuenta que los medios de transporte de la época eran pocos y malos y la mayoría de los monfortinos tendrían que subir al monte para arreglar problemas que tuviesen con el Concello. Menos mal que nunca se llegó a materializar el traslado de las dependencias municipales a S. Vicente.

 

 

El inmueble benedictino de S. Vicente del Pino, si bien, construido por antepasados de la Orden y, desde hacía mil años, propiedad de ellos, con motivo de la Desamortización, como ya hemos dicho, quedó vacío.

 

Cuando los benedictinos volvieron al inmueble a comienzos de la década de los años 20 del siglo XX, la población, en su mayoría se alegró mucho.

 

En fecha 12 de mayo de 1928 los benedictinos solicitaban que el Ayuntamiento les abonara los gastos de mantenimiento del reloj que tenían instalado allí. El Ayuntamiento contesta que no hay nada que pagar ya que, el servicio estaba acordado que fuese gratis.

 

Sí surgieron problemas con la llegada de la II República.

 

En sesión celebrada el 13 de junio de 1933, se dice”

 

“ El Sr. Tizón ruega se forme el correspondiente expediente a fin de conocer la situación en que el Ayuntamiento se encuentra con respecto a los edificios enclavados en la cumbre de S. Vicente que por Corporaciones anteriores fueron donados a su juicio ilegalmente. El Sr. Presidente recoge el ruego del Sr. Tizón”

 

En sesión celebrada en fecha 11 de junio de 1938, con una gestora franquista en Monforte, lee un documento presentado por la Orden Benedictina de Monforte de Lemos, que dice:

 

“(...) manifestando que en la cesión del Monasterio a dicha comunidad de Benedictinos se impuso a la misma la carga de la misa de doce de la parroquia de A Régoa gratuitamente, misa que viene celebrando la comunidad desde el año 1921, que los benedictinos volvieron a habitar de nuevo el monasterio que fue construido por sus antepasados de su misma orden, exento de toda carga, y que por lo mismo, tenían derecho, en cierto modo, a su posesión creyendo por lo tanto, ser una injusticia semejante carga, por todo lo cual, suplican a la Corporación acuerde dispensar a la Comunidad de esa carga y conmutarla por la de ciudad gratuitamente del reloj, que la Corporación tiene instalado en la torre de la iglesia (...)”

 

En sesión de 9 de diciembre de 1938, el ayuntamiento contesta:

 

“(...)desde el dia primero del año actual continua sin celebrarse misa de doce e la iglesia parroquial de la Régoa de esta localidad, a pesar de la obligación que tienen los P.P. Benedictinos de S. Vicente del Pino de celebrarla, en virtud del contrato celebrado con el Ayuntamiento de esta Ciudad desde el año 1920 por haberle este cedido el edificio de S. Vicente del Pino, que era propiedad de este Ayuntamiento para su residencia imponiéndole, entre otras, esta obligación (...) Que se trata de una obligación que cumplió este Ayuntamiento desde mediados del siglo XVIII y es un deber moral del Ayuntamiento velar por su cumplimiento(...) Que en la escritura celebra por este Ayuntamiento ante el Notario de Lugo Sr. Montero Lois, se cedía a la Mitra de Lugo el Monasterio  de S. Vicente, que  esta aceptó con la obligación de continuar celebrando la misa de doce, que la entrega se hizo para que sirviese de residencia a los Benedictinos los cuales celebrarían la expresada misa. Que se ha presentado en esta alcaldía un escrito suscrito por la mayoría de los vecinos de esta localidad pidiendo se diese cumplimiento a la expresada obligación (...)”

 

 

 

En sesión ordinaria celebrada en fecha 16 de mayo de 1940, se dice la interesante información siguiente:

 

    “Acto seguido se dio lectura a una comunicación de la Administración de Propiedades y contribución territorial de Lugo, dando traslado de otra de la Dirección General de Propiedades y Contribución territorial del Ministerio de Hacienda fecha 20 de abril último, pidiendo en relación con una instancia de la comunidad de P.P. Benedictinos de Monforte en súplica de que por el Ministerio de Hacienda le sea concedido el Monasterio de S. Vicente del Pino, exento de toda carga, informe al Ayuntamiento de Lemos, antes de acceder a lo solicitado.

 

La comisión gestora estudiada la citada comunicación a acordado por unanimidad suscribir el siguiente informe con relación a dicha petición de los P.P. Benedictinos.

 

Que el Ayuntamiento de Monforte de Lemos ha poseído siempre, el Monasterio de S. Vicente del Pino en concepto de dueño y con el pleno dominio sobre el mismo, con excesión de la Iglesia, sacristía y dependencias anejas a la iglesia que dependen de la Diócesis  de Lugo, como iglesia de una de las parroquias de esta Ciudad, administrándolo, disfrutándolo y atendiendo a su conservación, sin limitación alguna en un período de tiempo próximo a cien años.

 

Que ignora este Alcaldía los fundamentos en que se apoya su informa el Ilmo. Sr. Delegado de Hacienda de la provincia, para manifestar que dicho edificio pueda continuar figurando desde el punto de vista legal como de la propiedad del Estado. No puede alegarse como fundamento legal del acceso del Ayuntamiento de Monforte de Lemos al disfrute del expresado edificio, la Ley de 1 de junio de 1869, toda vez que con fecha muy anterior a ser dictada dicha disposición ya el Ayuntamiento de Monforte de Lemos lo venía poseyendo y utilizando como lo prueba un acuerdo de la Junta de Beneficencia de esta localidad del año 1854, que acredita dicha circunstancia.

 

Incautado el Ayuntamiento de Monforte de Lemos del edificio del Monasterio de S. Vicente del Pino al ser dictado las órdenes de exclaustración, lo ha venido utilizando sin interrupción alguna, primeramente instalando en dicho edificio un hospital municipal, posteriormente, hizo entrega del mismo a la Comunidad de Hermanitas de los Ancianos Desamparados, cuya institución religiosa, subvencionada por el Ayuntamiento además de cumplir los fines de su benéfica institución, atendían los servicios del Hospital municipal. En la planta baja del expresado edificio, instaló el Ayuntamiento de Monforte de Lemos los servicios de una fundación benéfica creada en esta localidad con el nombre de “Fundación López Monteagudo”, atendiéndose con los intereses del capital de dicha fundación a un gran número de pobres de esta localidad y donde tenían su alojamiento. Construida residencia propia por la Comunidad de Hermanitas de los Ancianos Desamparados en 1919 (en fecha 16 de octubre se inauguró el nuevo edificio)hicieron entrega nuevamente al Ayuntamiento de Monforte, del edificio de S. Vicente del Pino, como propietario del mismo. En esta fecha y considerando el Ayuntamiento que el destino verdadero del expresado edificio era aquel para que fue edificado y a requerimiento de la opinión católica de esta localidad, sacrificando grandemente los intereses económicos del Municipio, que tuvo que instalar en otro local el Hospital Municipal, de cuya medida se resienten dichos servicios en la actualidad: y dejó sin albergue a los pobres socorridos por la ”Fundación Monteagudo” de que carecen en el día de la fecha, acordó hacer entrega del mismo al Ilmo Sr. Obispo de la Diócesis, para la instalación de la Orden Benedictina, habiendo aceptado dicha oferta, con la obligación de tener un Seminario menor, de que estaba necesitado la Diócesis y decir en la Iglesia parroquial de A Régoa de esta ciudad, los domingos y días festivos, una misa de doce de libre aplicación (...) Esos derechos del Ayuntamiento de Monforte de Lemos han sido reconocidos tanto por los P.P. Benedictinos como por el Ilmo Obispo de la Diócesis al suscribir dicho contrato, como de parte del Estado, al autorizarlo el Excmo Sr. Gobernador Civil de la provincia, corroborando dicho derecho el Ilmo Sr. Delegado de Hacienda de Lugo, durante los ominosos años de la República, al exceptuar del pago de contribución urbana al expresado edificio, por destinarse a la Enseñanza sirviendo de prueba para su petición (...)”

 

Tras finalizar la guerra civil, favorecidos por el Régimen franquista, los benedictinos registraron en Madrid, Registro de la Propiedad, el inmueble de S. Vicente. Enterado el Obispo de Lugo y, previa consulta de la escritura, al comprobar que habían reconocido la propiedad de la iglesia y otras dependencias a la Diócesis, permitieron la misma. El documento estuvo expuesto al público, durante el plazo marcado por la Ley.

 

Por decreto del Jefe de Estado, se hace entrega, en plena propiedad, del monasterio de S. Vicente del Pino a los benedictinos en marzo de 1942.

 

 

En el año 1919, las religiosas, los ancianos y enfermos se trasladan desde S. Vicente al nuevo edificio situado en la actual rúa Benito Vicetto.

 

Dicen en sesión plenaria celebrada 20 de noviembre de 1923:

“(...) el edificio en el que se hallan instalados ambos establecidos beneficiarios carecen de alumbrado eléctrico, caso único  que ocurre en toda la población debido a que por la Compañía de caminos de hierro de Orense a Vigo, pone el obstáculo de no consentir que atraviese la línea férrea por el kilómetro 0.6000 un cable de baja tensión (...)”

 

En sesión plenaria celebrada en fecha 10 de agosto de 1970 se acuerda que:

 

        “(...)Calle Benito Vicetto antes ASILO (...)”

 

Ya explicamos en la rúa Doutor Casares, el traslado del edificio que realizaron las religiosas desde éste de Benito Vicetto para el actual, construyéndolo sobre terrenos cedidos por la Sra. María Yáñez.

felipe aira pardo