En 1883 el rey Alfonso XIII
inauguró la llegada del ferrocarril a Galicia y el rey le concedió a
Monforte el título de ciudad debido al gran auge que adquirió
gracias a la pujanza del ferrocarril. Durante años fue el motor de
la comarca ya que en época de los años 60 trabajaban en las
instalaciones de RENFE alrededor de 3000 personas, hecho que hizo
crecer el barrio del
Morín y de la Estación, siendo muchos los
locales comerciales que llegó haber en esta zona (hoy está en plena
decadencia).
Las dependencias con que contaba el
ferrocarril en Monforte eran: La rotonda, El recorrido, El deposito
y la propia estación. En la Rotonda era el lugar donde se reparaban
las máquinas (Mastodonte, Mikado, Cuatrocientas, etc.), uno de los
trabajos más importantes en estas dependencias fue la de MONTADOR,
concretamente se montaban las bombas Dabeg, de estas tengo los
esquemas y piezas que las componían, cedidas por un oficial
montador, que trabajó reparando y montando estas bombas, que hacían
posible que las impresionantes máquinas de vapor pudiesen arrastrar
los trenes por nuestras vías. Trabajó en años duros, donde muchas
veces era preciso levantar las piezas a mano o estar tumbado debajo
de una máquina y aguantando el agua caliente que caía de las bombas
averiadas, incluso en el derrumbamiento de la Rotonda, se libró por
muy poco, simplemente porque un jefe los echó del calor de una
estufa, al poco tiempo de salir se derrumbó la Rotonda.
Este oficial montador al cual dedico este pequeño reportaje se
llamaba JOSE CASANOVA CASANOVA (LETANIAS), que bien puede representar a los
muchos trabajadores que hicieron posible que Monforte fuese uno de
los nudos de comunicaciones más importantes de España y a los que se
les rindió un
merecido homenaje dentro de las actividades del 125 aniversario
de la entrada de Renfe en Galicia.