En 1883
cuando Monforte tenía unos 10.000 habitantes, sus gentes tenían que
sacar el agua de pozos o del río Cabe y la población tenía una gran
penuria económica, llegó el ferrocarril a nuestra ciudad, lo que
supuso un gran espaldarazo a nuestra maltrecha economía, ya que en
sus mejores momentos no había familia en Monforte que no tuviese
algún familiar trabajando en Renfe, no en vano cerca de 3000
personas trabajaron en las dependencias que Renfe tenía en Monforte.
En 1887 se
celebró una sesión plenaria en la que se aprueba que se encargue el
estudio de la viabilidad de traer a las Hermanitas de los Ancianos
desamparados a nuestra ciudad.
En los 120
años que lleva la congregación atendiendo a los más necesitados del
Valle de Lemos, pasaron por los distintos edificios en que estuvo el
Asilo más de 200 monjas y lejos queda aquel momento en que 5
Hermanitas acompañadas de Sor Vicenta (murió a los 10 años de estar
en Monforte, cuando solo tenía 40 años de edad) llegaron a Monforte
para hacerse cargo de los más necesitados.
Al cumplir
los 120 años de su permanencia en el Valle de Lemos las HERMANITAS
DE LOS ANCIANOS DESAMPARADOS y en su nombre a Sor Amabilia que
cumplió los 50 años de servicio a los pobres en nuestra ciudad, se
le concedió la bien merecida, MEDALLA DE ORO DE LA CIUDAD, otorgada
por la corporación monfortina.