Muchos animales, como pueden ser las ovejas, cabras, terneros y en
general los machos de los mamíferos, tienen unas glándulas sebáceas que
le dan un olor característico a los machos, este olor y también sabor,
pasa a la carne si se cocina sin sacar estas glándulas.
Los corderos y cabritos suelen asarse enteros o cortados por la
mitad, esto lleva consigo que el sabor y olor se extienda por toda la
carne (sin se le sacaron las glándulas), cosa que no sucede con los terneros porque compramos y cocinamos
la carne, según que parte del animal, por lo que es más difícil
encontrar el olor típico a "bravío"
La glándula sebácea está ubicada cerca del final de la pierna entre
el músculo que recubre el hueso y el tendón que llega hasta el final
de la pierna. Estas glándulas tienen el aspecto de una bolita de
grasa dura como de 1 centímetro de diámetro,
esta al cortarla si el cordero es joven tiene un color blanquecino,
mientras que si el cordero ya es de más edad o adulto, esta glándula
tiene un color verdoso y parece como si fuese una bola de lana (de
hecho en muchos lugares, le llaman asi "la bola de lana")
Es
preciso hacer notar que en los machos en edad fértil sus testículos
producen la hormona sexual Testostenona que se extiendo por todos
los tejidos del animal dándole ese fuerte olor a bravío, por lo que
para comer su carne antes es preciso castrarlos. En los lechales que
todavía no están en edad fértil sus glándulas sebáceas producen un
liquido que al cocinarlos si no se le sacaron se extiende por la
carne dándole ese olor característico a bravío.