La Sierra de O Courel fue declarada por el Fondo Mundial para la Naturaleza, como una de las mejores zonas más importantes de bosque autóctono, destacando como mejor reserva botánica la Devesa de Rogueira.

Situada en la vertiente norte del monte Formigueiros, con la cota más alta de O Courel 1639 metros, y con una extensión de tan solo 200 hectáreas, reúne en este reducido espacio una gran variedad de especies botánicas, más de 1000 diferentes, al darse varios ecosistemas y distintas confluencias climáticas, la eurosiberiana atlántica y la mediterránea, además de ser un insustituible refugio de su variada fauna.  

Esta ruta nos permitirá disfrutar de los distintos hábitats formados por frondosos bosques, soutos de castaños centenarios, verticales prados de un color verde intenso, los afloramientos calizos que harán las delicias de los amantes a la espeología, los nutridos arroyos y manantiales que riegan sus tupidos bosques para, finalmente,  llegar a su parte más alta, en A Fonte do Cervo donde nace el arroyo de Rogueira.

Para apreciar mejor la gran riqueza botánica y el entorno de la devesa es aconsejable iniciarla a partir de Moreda, concretamente desde el Aula de la Naturaleza.

La función de el Aula de la Naturaleza es informar detalladamente sobre la flora y fauna de la Sierra, en especial sobre la Devesa de Rogueira. Grandes paneles y varias aquetas nos informan con gran detalle sobre las distintas rutas de senderismo, plantas, clima, paisajes, cultura, leyendas, Historia y características sociales y económicas de la Sierra.  

El camino arranca a la izquierda de este centro educativo, el primer kilómetro ranscurre entre un hermoso souto de castaños con paneles informativos de las especies más relevantes  que nos encontramos a medida que avanzamos en el recorrido. Cruzamos el arroyo de A Rogueira, pasamos al lado de un rustico sequeiro y comenzamos el ascenso, a escasos metros de este punto se encuentra la cueva de Vellos.

Dejamos los prados para entrar en un afloramiento calizo, el bosque se abre para dejar paso a las variedades propias de clima mediterráneo, las aciñeiras o encinas. En este tipo de afloramientos calizos las cuevas son muy abundantes, a destacar las de Longo de Meo, muy próxima al camino, y la del Oso que se encuentra en la misma banda caliza y en las proximidades de Moreda. Ambas presentan indicios muy claros de que fueron habitadas por el hombre prehistórico, en las excavaciones realizadas se localizaron restos de huesos y cerámica. La subida se hace más fuerte ya que tenemos que salvar un fuerte desnivel, de 750 metros a 1400 metros, en apenas 3 kilómetros. Aciñeiras, rebolos y carballos se van alternando en este tramo para pasar, a continuación, a la fraga o bosque atlántico. Aquí podemos admirar uno de los mejores bosques de hayas del territorio gallego, además de los hayedos de Fonteformosa y Riocereixa, situado en la ladera orientada al noroeste. En pleno otoño es un placer visual cuando el hayedo luce sus mejores colores, todo el cromatismo de los ocres pasando por los amarillos y finalmente los rojos intensos.