Preciosa devesa formada en su mayoría por
rebolos, carballos muchos de ellos centenarios, y, en menor número, por
tejos.
Desconocida por la gente foránea, se
encuentra enclavada en la ladera oriental del monte de Os Corvos y
compuesta realmente por dos devesas que están prácticamente unidas. El
único camino de acceso a ella, es el que todavía utilizan algunos
vecinos de Visuña para llevar el ganado a pastorear a los prados
situados en la parte baja de la misma.
Este mismo camino también fue utilizado
hasta mediados de los años 60, para el transporte del mineral que era
extraído en las minas situada en el lugar de Villafabrid, a la derecha
de la devesa y en su parte alta.
Como llegar:
Desde Quiroga por la carretera de Campos de Vila, en el km
4 nos desviamos a la derecha para A Seara y Ferramulín. Kilómetro 32,5
estamos en Ferramulín, desde aquí seguimos dirección Visuña hasta el km
36,5 y a la altura de un puente de hormigón, de reciente construcción,
por el que cruzaremos el río Visuña y accederemos al camino que nos
llevará hasta la devesa de As Valiñas.
Recorrido:
El camino parte de la misma carretera que conduce a Visuña, nada
más cruzar el puente de hormigón sobre el río Visuña y a 4 kilómetros de
Ferramulín.
Después de recorrer 50 metros el camino se
bifurca a la altura de una cabaña, seguimos por el de la derecha que
transcurre paralelo al arroyo de Os Corvos. Se da la circunstancia de
que en este punto el caudal del arroyo desaparece entre la roca caliza
que forma su cauce.
El camino en su primer kilómetro es ancho,
camino carretero, y cómodo de andar a pesar de su constante pendiente,
pendiente que se irá pronunciando a medida que nos acerquemos al final
de la ruta.
Pasamos entre castaños y verdes prados que
son regados por varios arroyos, entre ellos el arroyo de Os Corvos. A
nuestra derecha el arroyo y la vertiente sur del monte de Os Corvos en
la que aflora la roca caliza contrastando con la vegetación, más propia
del clima mediterráneo, formada exclusivamente por encinas.
Recorridos 500 metros pasamos al lado de
una cabaña abandonada y atravesamos uno de los muchos arroyos que bajan
de la devesa. 300 metros más adelante volveremos a cruzar varios arroyos
y una cabaña abandonada en ruinas.
Ahora el camino se estrecha para bordear la
devesa en su extremo más occidental y dejar el bosque de robles para
pasar a monte bajo.
A continuación la subida se hace más
fuerte, en algunos tramos del camino casi tenemos que intuir su trazado
por la abundante maleza que crece a ambos lados.
Una vez franqueada o superada esta zona, el
camino vuelve a ser visible recuperando su ancho anterior. La pendiente
sigue siendo fuerte y el trazado del camino es prácticamente en zig-zag,
hasta escasos metros de su término o final en las minas de Villafabrid.
Este esfuerzo lo veremos recompensado por
las hermosas vistas que nos va ofrecer el camino en la parte más alta,
al fondo el valle que forma el arroyo de Os Corvos y a nuestra derecha
la impresionante devesa de As Valiñas y el macizo calizo del monte de Os
Corvos, todo un espectáculo.
La flora en este tramo final es muy rica y
variada, entre ella destaca la fresa silvestre por ser muy abundante.
A 200 metros antes de finalizar el camino
llegamos a una pequeña campa, aquí tenemos un perfecto mirador natural.
La ruta llega a su término a la altura de
las minas, todavía es visibles la gran cantidad de piedra diseminada por
la zona procedente de las excavaciones y de los restos de las viviendas.
Según cuentan los vecinos de Visuña, de estas minas se extrajo plomo,
cobre, zinc y antimonio. El mineral era molido y lavado en el mismo
lugar, era transportado en carros tirados por parejas de bueyes en
dirección a Seoane do Courel y Cruz de Outeiro para ser enviado al País
Vasco. Cerraron a mediados de los 60. Destacar una de las grutas de
donde se extrajo el mineral situada a la izquierda de la explotaciòn,
tiene una longitud de 30 metros y una pequeña laguna en su interior. La
longitud del sendero es de 2,5 kilómetros aproximadamente, el tiempo
invertido en recorrerla fue
de 1 hora, solo la ida.
Carlos Rueda
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