Antes de construir la actual carretera que une Ferramulín con Visuña, el Camiño da Nova era la única vía de comunicación existente entre ambas localidades. Por este camino transitaron cientos de carros cargados de mineral de hierro, procedentes de las explotaciones mineras del monte Formigueiros. El destino de este mineral era para la ferrería de Hórreos o ferrería Nova  y las ferrerías situadas en el sur de O Courel y las leonesas del Alto Bierzo.

También era muy frecuente el tránsito de personas y ganado por este camino, para poder acceder a las distintas fincas y pastos repartidas por toda la cuenca del río Visuña. Además era paso obligado para los carros cargados con vigas de madera procedentes del souto de Hórreos, el destino de estas vigas eran las aldeas de Ferramulín y Visuña. Cuando eran transportadas para la aldea de Visuña, tenían que salvar un pendiente muy fuerte en el lugar de A Petada da Ferrería. Era habitual que uno de estos carros fuera tirado por tres parejas de bois e incluso había otra pareja de bois esperando en este lugar, en previsión de que las tres parejas no diesen tirado del carro.

El camino empieza en el centro de la aldea de Ferramulín, nada más cruzar el puente sobre el río Visuña en su confluencia con el Selmo, transcurriendo por la orilla izquierda del río en dirección al molino de A Aceña. Cuando llevamos recorridos aproximadamente unos 400 metros y a la altura de un noble edificio llamado A Casa da Ferrería, hay que desviarse a la derecha por un camino que pasa justo por detrás de esta construcción y que desemboca en la carretera que lleva a Visuña.

Caminamos por el asfalto durante 300 metros para tomar de nuevo el camino original, a la izquierda de la carretera y a la salida de una curva, que lleva a la ferrería de Hórreos.

En el kilómetro 1,3 cruzamos el río Visuña por un viejo puente de madera llamado A Ponte da Ferrería. A la derecha, en un prado abandonado, estaba la propia ferrería de la que no quedan restos. Unos metros más adelante y a la altura del camino, se encuentran las ruinas de la vivienda de los administradores y varias construcciones anexas. La ferrería de Hórreos, conocida también como Ferrería Nova, comenzó a fundir a mediados del siglo XVIII y se mantuvo activa hasta 1878, quedando sólo como forja durante unos años hasta su cierre definitivo. De la ferrería cuentan una curiosa anécdota:

“Naqueles tempos, había un carpinteiro na vivenda da ferrería e acababa de facer un carro novo. Por alí pasaba con frecuencia un veciño da aldea leonesa de Ás Cruces, moi coñecido pola gran forza que tiña. O carpinteiro fíxolle a seguinte proposta: se era capaz de subir o carro cargado ás costas ata a aldea de Ás Cruces regaláballo, só lle daba duas pousas (apoialo no chan dúas veces). Máis nada, dáo por feito e as dúas pousas teñen que ser onde eu queira, contestou o veciño. Colleu o carro, puxo a cheda enriba do carrelo coas rodas para arriba e marchou para Ás Cruces. A primeira pousa (parada) foi nada máis cegar a Hórreos e a segunda por enriba desta misma localidade, para finalmente chegar Ás Cruces co carro novo cargado o carrelo”.

El camino pasa por delante de la vivienda de la ferrería y seguidamente cruza el arroyo de O Boi para comenzar con una fuerte subida en el lugar llamado A Petada da Ferrería.

Ahora la senda llanea, transcurriendo paralela al río Visuña y a una altura considerable sobre su cauce. En el kilómetro 1,5 es donde el camino alcanza su mayor altura sobre el río, con una caída en vertical superior a los 30 metros. Justamente en este punto de su cauce se encuentra la Presa da Nova, de ella parten dos canales por ambas márgenes para las presas de A Petada da Nova y de A Ferrería, desde las que se distribuye el agua para regar los prados que se encuentran a su paso.

A Petada da Mula se encuentra 200 metros más adelante, justo a la altura de una cabaña sale a nuestra izquierda el Camiño da Vena. Por él bajaban los carros cargados de mineral de hierro procedentes de las minas del monte Formigueiros. Todavía se aprecian las profundas rodeiras que dejaron los carros sobre el suelo pizarroso, dando una clara idea del intenso transito que se mantuvo durante décadas.

Ahora el camino inicia un rápido descenso hasta el río Visuña, al que se llega después de caminar un centenar de metros. A pocos metros está la Fonte Grande, lugar donde el río Visuña vuelve a brotar de manera impetuosa después de un recorrido subterráneo de poco más de un kilómetro desde el sumidero de O Gorgollón.

La ruta finaliza en la orilla del río, en tiempos se cruzaba por un rústico puente por donde continuaban los carros en dirección a Visuña, por lo que es hoy la actual carretera que comunica con esta localidad.

También, justamente donde termina el camino, había una estrecha senda que seguía por la orilla derecha del río y unos metros más adelante se bifurcaba. El camino que seguía de frente pasaba por el lugar de Val da Porca, Supena y empataba con el camino de Vilafabriz y el de la devesa de As Valiñas. El de la derecha cruzaba el río Visuña por A Ponte de Hórreos, hoy derruida, dando acceso a dos cabañas y a unos prados para empatar, a continuación, con el que iba a de Ferramulín a Visuña.

Estos dos últimos tramos se encuentran parcialmente cerrados por la maleza y están pendientes de una próxima limpieza y acondicionamiento.

La longitud de la ruta, desde Ferramulín hasta A Fonte Grande, a orillas del río Visuña, es de dos kilómetros con una dificultad baja.

Como llegar a Ferramulín:  La aldea caurelana de Ferramulín está a 32 kilómetros de Quiroga, por la carretera de Cruz de Outeiro y A Seara, y a 20 kilómetros de Seoane do Courel También se accede desde O Barco por Santo Tirso-Oencia y una ruta similar si se viene desde Ponferrada, por Corullón- Santo Tirso- Oencia.

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carlos rueda