Pocos son los testimonios que a día de hoy nos pueden
relatar sus vivencias personales durante la última etapa de la minería
artesanal en la sierra de O Courel.
Sobradamente conocidos fueron los extensos
yacimientos de hierro y oro que estaban repartidos por distintos puntos
de la sierra y que ya empezaron a ser explotados a partir del siglo I y
II de nuestra era (d.c.). Pero también existían ciertas explotaciones de
menor envergadura y de carácter artesanal que prácticamente han pasado
desapercibidas a lo largo del tiempo o solamente eran conocidas por los
lugareños y aquellas personas que de alguna manera estaban vinculadas
con los trabajos relacionados con la minería.
Una de estas explotaciones era la de Vilafabriz,
situada en el monte de Os Corvos dentro del término municipal caurelano
de Sta. Eufemia de Visuña y en las proximidades de la Devesa de As
Valiñas.
Antonio Carrete, vecino de Cima de Vila (Visuña),
es uno de los pocos testimonios que quedan. Estuvo trabajando en la mina
durante los años 1957 y 1958 en turnos de 8 horas que se distribuían a
lo largo de las 24 horas del día que permanecía activa la mina. De
aquella eran 12 las personas que trabajaban en la extracción de mineral
de plomo y blenda. Excepto el capataz que era de Ponferrada y dormía en
las mismas instalaciones, el resto del personal eran todos vecinos de
Visuña.
Nos empezamos na mina cando eramos rapaces,
non había onde ganar un peso e por iso vimos a traballar eiquí,
afirma el Sr. Adelino. El mineral extraído era plomo y blenda, se sacaba
del interior de la mina a mano o cargado en carretillos. Ya en el
exterior se desmenuzaba y se envasaba en sacos de 25 kilos. Se cargaba
en carros tirados por dos parejas de bois o de vacas hasta la aldea de A
Seara, después se cargaba en carrocetas o pequeños camiones para bajar
el mineral hasta Quiroga, donde posiblemente sería cargado en trenes con
destino a otras comunidades para su procesamiento.
Recuerda cuando se accidentó un vecino de Cima de
Vila llamado Eliseo, todavía vive, y las penurias que sufrieron para
poder llevarlo hasta un médico. Tenía una fractura abierta en un brazo,
hubo que sacarlo y trasladarlo en camilla entre varios obreros a través
de la sierra hasta la Herrería de Valcarce en Vega de Valcarce
(provincia de León). Pero antes hubo que bajarlo hasta Visuña, luego
subir hasta A Boca do Faro y Veiga de Brañas. En la Herrería de Valcarce
se hizo cargo la empresa, afincada en la provincia de León, donde lo
trasladaron en coche hasta un centro sanitario de El Bierzo.
La mina cerró alrededor del año de 1960, después de
llevar más de 40 años abierta.
La explotación subterránea tiene una longitud
aproximada de ½ kilómetro, se puede andar perfectamente de forma erguida
aunque presenta varios desprendimientos. La mina fue apuntalada en su
momento en previsión de derrumbes, la roca se mezcla con tierra y no
ofrecía seguridad. Las vigas eran de castaño y fueron taladas en las
devesas de As Vaiñas y O Céramo. El filón que se estaba siguiendo,
recuerda Adelino, era de plomo y tenía una sección de unos 50
centímetros.
El agua empleada para el lavado del mineral, era
canalizada con tuberías desde el arroyo de A Valiña de Forgas. Al lado
de la mina quedan las ruinas de dos construcciones que fueron utilizadas
como vivienda y almacén para el mineral.
Acceso a la mina: El camino que da acceso a
la mina, también a la devesa de As Valiñas, se encuentra a un kilómetro
de Visuña y parte a la izquierda de la carretera que une Ferramulín con
Visuña. Justamente donde la carretera salva el río Visuña arranca el
camino, donde vuelve a cruzar de nuevo el arroyo por un puente de
hormigón denominado A Ponte de Abaixo.
A los 50 metros del inicio de la ruta aparece un
cruce de camino, el de la izquierda lleva a O Val da Porca, continuamos
por el de la derecha. En el kilómetro 0,4 y a la altura de una cabaña,
unos metros antes de cruzar el arroyo de A Valiña da Lameira, partía el
camino que daba acceso a la mina de Supena en el lugar de O Val da
Porca.
Continuamos durante 300 metros más hasta llegar a
un nuevo desvío, hay que coger el de la izquierda que sube en dirección
a la mina de Vilafabriz. Durante 500 metros el camino es ancho y está
practicable, todavía se utiliza para sacar madera y para llevar el
ganado a pastorear. Después se cierra debido a su abandono y a las aguas
de un arroyo que lo han destrozado. Una vez superados estos 100 metros
casi impracticables, volvemos a retomar el camino en la parte alta.
Quedan unos 300 metros para llegar a la mina, como referencia tenemos la
escombrera situada al pie de la misma y visible desde cualquier punto.
La longitud de la ruta es de aproximadamente 1,5 kilómetros.
Como llegar: Para llegar a Visuña desde
Quiroga por la carretera que conduce a Cruz de Outeiro, A Seara,
Ferramulín y Visuña. Son en total 37 kilómetros de trayecto.
Desde Seoane do Courel por la carretera que conduce
a Esperante, Alto do Couto y Visuña. En este caso el recorrido es de 15
kilómetros.