Personas fallecidas a
causa de la entrada de los franceses en Monforte
Así conocida desde el siglo XVII a la vía que
va paralela a la muralla, por extramuros, desde la parte alta de la actual
praza de España hasta la iglesia parroquial de Sta. María de A Régoa y
Colegio de la Divina Pastora, siguiendo luego hasta la Puerta de las
PESCADERIAS o CARNICERÍA
La iglesia de Santa Maria de
A Régoa cuenta con
un espléndido ORGANO bastante deteriorado, que es una de
las obras más interesantes de cuantas se conservan del anterior templo
dominico, hoy iglesia parroquial de Santa María de A Régoa. La
Consellería de Cultura tiene el proyecto de restaurar este órgano y el
de San Vicente.
Los dos órganos
monfortinos
dejaron de funcionar en los años 70 y presentan un estado de
conservación diferente. El más deteriorado es el de San Vicente, que es
también el más antiguo. Según la documentación histórica que se conoce,
el instrumento propiamente dicho fue construido en 1736 y la caja de
madera se hizo entre 1765 y 1769. El de A
Régoa fue
construido hacia 1808 por un organero llamado Pedro Méndez, natural de
la parroquia lucense de Santiago de Meilán, según consta en una nota que
él mismo dejó pegada en la caja del instrumento. Al contrario de lo que
sucede con el anterior, este órgano sí conserva su teclado original de
marfil y ébano.
Con motivo del establecimiento del edificio
que albergó a la comunidad dominica del convento de S. Jacinto, fundado por
los VII Condes de Lemos a comienzos del siglo XVII, se abrió esta vía.
En sesión plenaria celebrada por el
Ayuntamiento en fecha 29 de noviembre de 1914, se decía:
“La Corporación considera que las
ruinas del antiguo convento de dominicos de S. Jacinto adosado a la
iglesia parroquial de la Régoa no produce beneficio algunos al Municipio
que por el contrario cada año que pasa se está acabando de derrumbar todo
y que el proyecto del Pio Instituto de las Hijas de la Divina Pastora de
reconstruirlo y rehabilitarlo para un colegio de niñas es altamente
beneficioso, favorable y de interés para la población acordó por
unanimidad cederle las ruinas del exconvento de S. Jacinto con el residuo
existente al norte del mismo donde antiguamente hubo cocina perteneciente
a él, con la condición de que el referido instituto destinará 2.500 ptas
para el arreglo y reparación del peñón que se está derrumbando sobre dicho
ex convento y sirve de sostén al camino que sube a Santo Domingo aceptando
la impuesta al Ayto. de abonar al aludido Instituto cuando se haya
gastado en obras si algún día se le reclamase en la adicción de que si por
cualquiera causa desapareciese el citado instituto o dejase de dar
enseñanza gratuita a los niños pobres, volvería al ayuntamiento a
incautarse del edificio sin desembolso alguno (...)”
En sesión supletoria de fecha 30 de abril de
1915:
“Por el Sr. Secretario se dio lectura a una
Comunicación del Excmo Gobernador Civil de la Provincia fecha 14 del
corriente en la que se transcribe el acuerdo recaído en el expediente
motivado por la solicitud de la Reverenda Madre Superiora General del Pío
Instituto de Hijas de la Divina Pastora de Getafe sobre cesión del
derruido ex convento de San Jacinto de esta Ciudad a la cual accedió este
Ayuntamiento en sesión de veintinueve de noviembre último. En su vista y
habiendo dicho el Sr. Gobernador previo dictamen favorable de la Comisión
provincial aprobado la referida cesión, el Sr. Alcalde expuso la necesidad
de llevar a cumplido efecto el acuerdo reseñado, otorgado a favor de la
representación de dicho Pío Instituto la correspondiente escritura.”
Así llegaron las religiosas de la Divina
Pastora a Monforte.
Además del espléndido servicio que dan a la
juventud local, le debemos que se conserva el edificio de S. Jacinto,
pues, tras la Desamortización del año 1821, al quedar vacío y pasar a
manos del Estado y éste transmitirlo al Ayuntamiento, se estaba cayendo
por no tener utilidad alguna.
En 1851 en esta calle tuvo su sede la
sociedad de recreo “Circo de Monforte”
En sesión plenaria de fecha 14 de agosto de
1880 se informa del importante arreglo de las escaleras que, desde
ABELARDO BAANANTE conducen a S. Vicente.
Antes de establecerse las religiosos en el
edificio se habían alojado tropas militares. En 1890 en sesión celebrada
el 22 de octubre se informa del comunicado del Excmo Sr. Capitán General
de Galicia y del Sr. Coronel de la Zona Militar de la población, dando
las gracias al Ayuntamiento por la cesión del edificio al Ramo de Guerra.
El establecimiento de las tropas todavía
aceleró más su ruina, tal como hemos leído en diversos documentos, pues,
los soldados no cuidaban, estropeaban. El estado del inmueble llegó a ser
tal que el propio mando militar comunicó al Ayuntamiento que su situación
en él era insostenible.
Fue Centro Municipal de Beneficencia e incluso
estuvo un Destacamento de la Guardia Civil que lo abandonó por su mal
estado.
Menos mal que cayó en manos de estas
educadoras religiosas.
LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE A
RÉGOA Y UN DATO DEL AÑO 1544.
El ilustre historiador de Monforte de Lemos, D. Germán Vázquez
Rodríguez-Sueiro en su obra “Historia de Monforte y su tierra de
Lemos”, en las pags 848 y 849, dice:
“(…)De la serie de fricciones que se produjeron entre los obispos
lucenses y los benedictinos de Monforte sobre la iglesia parroquial de
la Regoa, la primera de la que se tiene conocimiento tuvo lugar en el
año 1544, siendo obispo de Lugo Carvajal. Quiso éste poner pila
bautismal y Sacramento, nombrando cura y señalando feligreses, pero se
opuso el monasterio de San Vicente. “por ser suya aquella iglesia” –
citando D. Germán Vázquez al insigne historiador D. Antolín López Peláez
y su obra “Los benedictinos de Monforte”, pag. 126.- “No
obstante, el 6 de diciembre del mismo año el prelado lucense había
nombrado párroco al vecino de Monforte, Juan Ares de Armesto, que en tal
día dijo misa en la Régoa, a la vez que anunciaba la excomunión de los
monjes benedictinos, lo que dio lugar a los desagradables incidentes que
eran de temer, ocurridos el día siguiente y el 14 y 16 sucesivos. En el
año 1577 siendo obispo Velosillo, vino en nombre de éste el canónigo
Robles a visitar la iglesia (“pero hallola cerrada de orden de los
monjes, que no la quisieron abrir”). “Nuevos incidentes se producían en
1591, incluso con rotura de hábitos, por la visita que hacia el obispo
al cementerio de la Régoa,; el prelado había sido prevenido de que no
entrara en la iglesia en calidad de visitador. De estas cuestiones llego
a darse cuenta al nuncio apostólico. Otra desavenencia tenía lugar en
1596, entre el obispo Otadui y el abad Jerónimo Martón, el informante
del padre Yepes, porque el abad hizo la visita de la Régoa llevando
consigo a su alguacil mayor (“con vara alta de justicia”). En 1603, el
abad de San Vicente del Pino autorizaba a sus monjes a bajar a la Régoa
invitados por los sacerdotes a cantar la misa y a predicar, así como a
llevar a la misma iglesia la imagen de la Virgen de Montserrat.”
D. Germán Vázquez, en su obra citada., en páginas sucesivas nombra otras
noticias sobre incidentes y confrontaciones entre el abad de S. Vicente
y el obispo de Lugo, motivadas por temas de jurisdicciones y de visitas
al mencionado templo religioso.
En el “Libro Registro de Escrituras de S. Vicente del Pino”
realizado por fray Mancio de la Torre, archivero del convento de S.
Vicente del Pino, y que comenzó a confeccionarlo en el año 1613,
realizando una extraordinaria obra de registro de todas y cada una de
las escrituras que existían en el archivo benedictino a comienzos del
siglo XVII, en el folio 91, da noticia de lo siguiente:
“Comienzo Sacramento
y pila en la Regua F. Testimonio que tomo el
abbad fr. Alonso de Barzena
de cómo
mandaba consumir el santisimo sacramento
en la Regua
que el día antes havia puesto alli el
provisor y
mandado Se pusiese pila. Hizo esto el abbad
atento que era
hermita nuestra anexa al monasterio en
22 de octubre ante
Antonio fernandez en una oja escrito.
A. 4
Año 1544.”
Aprovechamos la ocasión para citar algunas noticias más, sin adentrarnos
en el tema, solo tratándolo superficialmente, para no extendernos en
demasía.
Un documento del año 1545, recogido asimismo por fray Mancio de la Torre
en su obra mencionada, dice:
“Visita de la Regua y otras. F. Citación para Roma contra el
obispado de Lugo con
inhibición sobrela
visita de la hermita de la Regua y
hospital de S.
Roche y otras iglesias incluidas al
monasterio, hizo (…)
ante Joan Núñez, en 17 de setembre
en un pliego de
papel.
A.5
Año 1545.”
Otro dato
interesante que nos dejó fray Mancio de la Torre, dice:
“Jurisdicción Mandato a los Superiores de
Sjacinto Santonio y la
Compañía para que no agan
procesiones y las respuestas
del Presidente de S. Jacinto
y la Compañía que obedecen y
la resistencia del Guardian
para que no le notificasen el
mandato y sus hermanos desta
resistencia en 5 de mayo de
1623.
D. 19”
“Licencia que pidIo el Vicario
del Monasterio de San Antonio
para dar el beatico al Vicario
de las monjas descalzas desta
villa componga sacando el
Santisimo desde el Monº de dha
monjas ante Domingo Garcia notiº
en una oja. En 20 de abril
de 1633.
D.
22.”
“Licencia que pidieron los padres de
S. Antonio de desta villa
para hacer la procesion del
entierro de Xrto el Viernes Santo
(…)
D.21
Año 1634.”
“Licencia que pidio la madre Abadesa
de las monjas descalzas
desta villa para hazer una procesion
el dia octavo de la
concepción nuestra Señora por la villa
(…)
D.23.
Año 1636.”
El
monasterio de las M.M. Clarisas de Monforte de Lemos está bajo la
advocación de la Inmaculada Concepción, a la que profesaba gran devoción
la fundadora, Dña Catalina de la Cerda y Sandoval, VII Condesa de Lemos,
que ya viuda, procesa como clarisa en él, bajo el nombre de Sor Catalina
de la Concepción.
ARCHIVO DIOCESANO DE LUGO.
LIBRO DE DIFUNTOS III, (SEPTIEMBRE DE 1705 a 3 de MAYO de 1810). DE LA
PARROQUIA DE SANTA MARÍA DE A RÉGOA
Folio 446.
" RAZÓN CERTIFICADA DE LOS
PERSONAS DE LA REGOA QUE FALLECIERON EL DÍA 20 DE ABRIL DE 1809, DE
RESULTAS.
Don Manuel Viana cura de la Parroquia
de Santa María de la Regoa Villa de Monforte de Lemos, por noticia en la
posteridad asento y certifico, que en el día veinte del próximo pasado
mes de Abril del presente año de mil ochocientos nueve, habiendo entrado
en esta villa tres divisiones de tropa francesa que componían más de
seis mil hombres casi todos los habitantes nos refugiamos de su ira,
escapados a los montes y aldeas de sus cercanías, se retiraron dhas
divisiones al día siguiente y regresados que fuimos a la villa hemos
hallado en esta, sus términos e inmediatos, una multitud de cada vecinos
españoles, vecinos y forasteros, a los que respectivo territorio en que
se hallaban se les dio sepultura eclesiástica. Deseando pues aclarar con
toda certeza a las personas mis feligreses muertos en esta desgracia
saliente quantas noticias me fueron posibles en las personas de la
comarca tomando y esperando el tiempo que medio, desde dicho desgraciado
día veinte de abril hasta el presente de la fecha, por estima por sin
duda alguna esta partida, e ya por dichas noticias por los cadáveres que
yo mismo reconocí por la falta que experimenta cada vecino en sus
dominios, con la relación que aquellos mismos, las curas y sepultureros
dan de las parroquias y lugares que se enterraron, me consta, y se sabe
positivamente, murieron las siguientes personas, que se anotarán en esta
partida, feligreses y vecinos de esta de la Regoa con expresión de la
iglesia o cementerio en que se enterraron, del estado que tenían de la
familia que les quedó y de las que posteriormente murieron de resultas
de sus heridos en la forma y manera siguiente, con separación de barrios
y calles:
REMBERDE ... 10 personas.
MONJAS... 1 personas.
COBAS CASAR Y FABEIRO... 9 personas.
CANEIRO Y PEÑA... 9 personas.
HERRADORES Y CALLEJA... 5 personas.
ARRABAL...1 persona.
S. LÁZARO y ACEÑA NUEVA....7 personas.
COMPAÑÍA... 6 personas.
CHAOS de ABAJO...13 personas.
CHAOS DE ARRIBA Y ESCONTRELA... 4 personas.
RUA de los HORNOS... 4 personas.
BURATO... 4 personas.
PESO Y SOBRE LA REGOA... 3 personas.
SANTO DOMINGO... 3 personas,
PELAMBRES... 1 personas. (…)”
ARCHIVO DIOCESANO DE LUGO.
LIBRO DE DIFUNTOS III, (SEPTIEMBRE DE 1705 a 3 de MAYO de 1810).
Perteneciente a la antigua iglesia parroquial de Santa María de la Regoa.
Los altercados entre los franciscanos y los encargados de la parroquia
de Santa María de A Régoa, queda contrastado en no pocos documentos que
hemos revisado. Por poner un ejemplo:
Folio 15. fecha, febrero de 1708.
"(...) en diez y ocho de dicho mes y año, murió José López Corujo,
mandose enterrarse en Convento de S. Francisco(...) y llegando con el
junto al CRUCERO de S.ANTONIO, de esta dicha villa, salieron al mismo
los religiosos franciscanos, a querer presidir desde allí, con su cruz
enarbolada preste diácono y subdiácono, y aunque se le tomó las
protestas necesarias, se retirasen con ella a la parte a donde
acostumbraban tenerla, no lo quisieron hacer, en cuya atención se trajo
el cadáver en la parroquia de Nuestra Señora de la Regoa".
felipe aira pardo |